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7 abr 2013

El hombre postorgánico. Capítulo 3



El hombre postorgánico. Cuerpo, subjetividad y tecnologías digitales de Paula Sibilia.
Capítulo 3: Ser humano

Dualismo cuerpo-alma

Desde hace mucho tiempo, muchos hombres han estado convencidos de que existe una clara separación entre “espíritu” y “materia”, apostando así a un pensamiento dualista. Al enunciar esta idea es inevitable no aludir al filósofo francés René Descartes, quien exponía la existencia de dos formas distintas de realidad, el pensamiento (o alma) y la materia (o cuerpo). Por un lado se encuentra el alma pensante, la cual es sinónimo de nuestra razón, y por ello misteriosa, posicionada así en la escala de lo divino. Y por otro lado, se encuentra el cuerpo, el cual al igual que un reloj (o cualquier máquina) está compuesto por unas cuantas piezas tales como huesos, músculos, arterias, etc., asimismo es éste quien envejece, quien se vuelve obsoleto y así determina una fecha de caducidad para el alma.


Digitalización de la vida: superando los límites de la materialidad

En la actualidad a partir de la revolución por los conocimientos en informática y biotecnología, se está produciendo una tendencia virtualizante, enfatizando el rol de la información. La biotecnología, a partir del Proyecto Genoma Humano permitió conseguir la lectura de la secuencia completa del genoma humano, estudiando la ubicación de cada uno de los genes en el ADN. Presentando así al cuerpo humano como una suerte de programa de computación que fue descifrado. De esta manera, ¿el secreto de la vida ha pasado a manos de la tecnociencia? ¿Acaso la esencia del hombre está inscrita en su ADN, en su sustrato biológico y por lo tanto es material?

Por su parte, los nuevos avances en la teleinformática hacen que nos lleguemos a plantear en la posibilidad de crear máquinas inteligentes, que lleguen a pensar como los humanos. Acaso ¿será posible crear un programa de computadoras que simule las redes neuronales que se producen en el cerebro humano, y de esta manera poder incluso descargar nuestra esencia en un software, descartando así nuestro perecedero cuerpo? De esta manera, ¿la esencia del hombre es inmaterial, concentrada en la mente? ¿Y si la humanidad es sólo la información de nuestra mente, no habría diferencia con las computadoras y los seres vivos?

Aunque no lo parezca, ambas ciencias comparten un íntimo parentesco, ya que ambos tipos de saberes y conjuntos de técnicas se aplican en el ser humano, es sus cuerpos, sus subjetividades, e intentan reproducirlos, incluso potenciarlos. Ambos saberes poseen un componente fáustico, donde su objetivo deja entrever que se intenta superar los límites de la materia, trascender las restricciones inherentes al organismo humano buscando una esencia virtualmente eterna. Parecería, visto de esta manera, que la humanidad es un estado transitorio en la camino a la superación del mismo, en un intento por conquistar la inmortalidad.


La complejidad humana

¿Llegará el día en que con sólo teclear las características esperadas se obtendrá el ser deseado? ¿O el día en que trasferiremos nuestras mentes a ordenadores y conseguiremos así, gracias a la velocidad de los mismos, conocimiento casi infinito? Todas estas cuestiones quizás nunca lleguen a suceder, o tal vez sí, pero sin embargo no hay que olvidarse nunca de la complejidad de la naturaleza humana, y por supuesto de la vida misma.

Por eso hay ciertas cuestiones que son importantes pensar:

  •  Las operaciones lógicas, humanas o computacionales, se llevan a cabo gracias a un soporte material, de modo que el cuerpo o el hardware siempre serán necesarios, de otro modo sería sólo energía.
  • La compleja lógica de la mente humana, las maneras como pensamos y sentimos
    todavía son un enigma para la tecnociencia, nadie sabe aún cómo funciona el cerebro. Las emociones es lo más de difícil de replicar por máquinas (quizás por lo irracional que a veces pueden llegar a ser), y en este campo la tecnociencia sólo ha registrado fracasos al tratar de imitarlos. ¿Lograran algún día las máquinas sentir, como por ejemplo lo lindo que es que te despierten con café recién preparado a la mañana, la felicidad que da el abrazo de un hijo, o la angustia que da ver sufrir a un amigo? Y acaso, ¿no son también todas esas sensaciones, buenas y malas, las que nos impulsan a querer conocer, saber más de la vida? ¿Cuál sería nuestro estímulo si fuéramos máquinas?

Asimismo, los hallazgos del genoma humano no sólo nos han traído certezas, sino que también despertaron grandes inquietudes. Por ejemplo, sabemos que por el momento:

  • Se pueden diagnosticar enfermedades hereditarias, pero no se pueden curar los trastornos genéticos, lo que sí se puede es, a través de los diagnósticos preimplantatorios, evitar transmitirlos a la descendencia.
  • El comportamiento humano no está determinado sólo por los genes, el ambiente juega un rol igual (o a veces pareciera que más) de importante. Lo mismo sucede con las enfermedades multifactoriales, las cuales se desencadenan por varios genes en combinación con el ambiente.

Es así, que no podemos negar que estamos en una nueva era comandada por conocimientos que a veces parecen que nos superar, y en donde es necesario plantearse muchas cuestiones, que van desde el plano laboral, jurídico, ético, etc. Tales como: la cuestión de los embriones que no son implantados, quién debería conocer la información de nuestro genoma, si dicha información podría ser utilizada para discriminar, o incluso intentar crear el ser “perfecto” (¿y a qué se consideraría perfecto?). Y así muchísimas cosas más.


1 abr 2013

El hombre postorgánico. Capítulo 2



El hombre postorgánico. Cuerpo, subjetividad y tecnologías digitales de Paula Sibilia.
Capítulo 2: Tecnociencia.

La idea de la vivir por más años, e incluso la de la vida eterna, ha rondado desde la antigüedad en los deseos del hombre, y en la actualidad dichas aspiraciones no han caído en el olvido. Asimismo, esto sumado a los grandes avances científicos y tecnológicos que se dan hoy en día, ha llevado a muchas ciencias a estudiar cómo conseguir esto. De modo que no es raro ver como los científicos, día a día, realizan diferentes avances en los conocimientos que les permiten el dominio de la naturaleza. 

Asimismo los grandes avances tecnológicos nos hacen plantear incluso, la idea de crear máquinas con inteligencia propia, y nos hace pensar que tan lejos está la idea de que se vuelva realidad lo que muestran películas como “Matrix”, “Inteligencia artificial”, “Yo, robot”, o “Terminator”. 

En fin, quizás nunca seamos capaces de vivir eternamente, crear máquinas con inteligencia como los humanos o incluso transferir nuestras conciencias a máquinas. Lo que sí es real son los grandes avances científicos y tecnológicos de los somos espectadores en la actualidad, y los cuales nos hacen preguntarnos cuál es el punto que separa la ficción de la realidad, y sobre todo hace que pensemos en cuál es el papel que le asignamos a la técnica. 

De esta manera Paula Sibilia en el capítulo antes mencionado apela a los estudios del sociólogo y epistemólogo portugués Herminio Martins, quien recurre a dos figuras mitológicas occidentales (Prometeo y Fausto) para analizar las bases de nuestra tecnociencia. Dichos mitos, que no son opuestos pero entre los que existe cierta tensión, sirven como metáforas para identificar dos líneas de pensamiento sobre la técnica.

En la mitología griega, Prometeo es un titán amigo de los mortales, a quienes les proporcionó el fuego (y junto a él, la técnica), motivo por el que obtuvo el castigo de los dioses. De esta manera la tradición prometeica tiene una visión netamente instrumental de la tecnología para alcanzar así los conocimientos científicos, cuyo fin es el “bien común” de la humanidad. Sin embargo también expone que hay límites con respecto a lo que se puede conocer, hacer y crear.

Por su parte, Fausto (cuyo mito es de origen incierto) es quien hace un pacto con el Diablo animado por ansias de crecimiento infinito, queriendo superar así sus propias limitaciones. Es así que la tradición fáustica concibe a la tecnología como el objetivo primordial del conocimiento científico, cuya meta consiste en superar la condición humana.

Sin lugar a dudas, en la actualidad, muchas metas de la tecnociencia no sólo consisten en mejorar las condiciones de vida de los hombres sino que también tienen como objetivo el dominio y la apropiación total de la naturaleza, intentando superar los límites impuestos por la condición humana, entendiendo así al cuerpo humano como una configuración orgánica obsoleta. De esta manera la autora a través de diferentes reflexiones que expone, concluye que se estaría produciendo un desplazamiento en la base filosófica de la tecnociencia occidental, pasando así de característica prometeicas a fáusticas.

Uso de redes sociales y construcción de conocimiento



¿Construir conocimiento en las redes sociales?

Sin lugar a dudas vivimos en un mundo invadido por la tecnología, donde Internet  juega un rol sumamente importante al darnos la posibilidad de encontrar todo tipo de información así como también permitirnos comunicar con rapidez y facilidad de una forma asombrosa, donde las redes sociales se destacan por ser utilizadas por millones de muchas personas.

Hasta el momento en la materia redes de información y construcción del conocimiento somos usuarios de varias redes sociales:
 

  •   Facebook (con el cual tenía experiencia en su uso) nos da la posibilidad de socializar con los demás a partir de compartir fotos, videos, comentarios, juegos e intereses con un grupo determinado de personas, permitiéndonos además modificar el grado de privacidad de lo que publicamos. Asimismo nos permite formar parte de grupos.

  • Twitter por su parte, en un principio me pareció una pérdida de tiempo, sin embargo a partir de su uso en la materia he descubierto que brinda grandes posibilidades educativas. Una de las características de esta red social es que todo lo que publicamos (en esos 140 caracteres permitidos por tweet) es público, y puede ser retwitteado, asimismo nos permite compartir enlaces, seguir las publicaciones de otros usuarios,  así como también organizar a los usuarios de nuestra red por listas y usar #hashtag que nos permiten encontrar fácilmente los tweets asociados a éstos. 

  • Y por último Google +, la red social de Google, que hasta el momento es con la cual menos experiencia tengo, nos da la posibilidad de agrupar a nuestros contactos en Círculos de acuerdo a los intereses o relaciones compartidas (amigos, conocidos, etc.). De esta manera, con las personas de nuestros círculos podemos chatear, compartir fotos o participar en videoconferencias de hasta 10 personas. Otra posibilidad que nos da esta red es la de participar en comunidades (que son grupos).



De esta manera, a partir del uso de redes sociales como éstas creo que es sumamente importante pensar en las nuevas posibilidades que nos pueden dar, y analizar como futuros docentes qué ventaja pueden brindarnos en la educación, ya que pueden convertirse en potentes herramientas pedagógicas.

Vinculación de cuentas para ciertos mensajes



Seguramente muchos ya realizaron la vinculación de las cuentas, sin embargo comparto como lo realicé yo, ya que la segunda parte me costó porque tuve que buscar otra aplicación, así que por las dudas si alguien todavía no lo hizo lo comparto.


Cómo vincular el blog con twitter para que cada vez que se publica una entrada en el blog con la etiqueta “riycc” se publique automáticamente en twitter, agregándosele además el hashtag #riycc:


Para ello me cree una cuenta en IFTTT y a continuación realicé la siguiente receta:
 De esta manera cada vez que se publica algo en el blog con la etiqueta riycc
 se publicará en nuestro twitter, con el hashtag #riycc. De cualquier manera en este link comparto la receta https://ifttt.com/recipes/87535

Cómo vincular twitter con facebook para que cada vez que se publica una entrada en twitter con el hashtag #riycc se publique en facebook:

 Aquí utilizar IFTTT es imposible ya que a partir del 3 de Septiembre dejó de soportar a Twitter como opción THIS. Por esta razón utilicé otra aplicación, la cual es Zapier, que funciona de manera similar a IFTTT:


Aquí en vez de llamarse recetas se llaman ZAP, de modo que cree una nueva con las siguientes indicaciones:




Y por ultimo en la parte que dice Dashboard hacer clic en run de nuestro zap. Y tener en cuenta que Zapier realiza el control cada 5 minutos, de modo que a no desesperar si al minuto de publicado un nuevo tuit no se sincroniza al instante con facebook